martes, 30 de abril de 2013

FOTOGRAFÍA- POST MORTUM


El siglo XVII, fue un siglo de romance y fetiches verdaderamente extravagantes. Y el que tengo preparado para el día de hoy es uno que encabeza la lista de lo mas repugnante, quizás, lo mas morboso, o quizás lo mas bello, según la perspectiva de cada quien que lo vea.
Esta costumbre inicio el 19 de agosto de 1839 en parís, Francia. Y me refiero a la parte necro de la fotografía, sí, estoy hablando de la fotografía POST MORTEM.



Aquella fotografía que tenemos sujetos con una puntilla sobre la pared, decorada con el marco que nos regalo esa tía soltera, o el tío de mas dinero, esa fotografía de nuestro cumpleaños, la de navidad, la del grado del colegio…en fin. La podrían, por un momento visualizar con uno de sus parientes, “pero que este se encontrara muerto”. Sí, la fotografía familiar con un cadáver. Pues esta era una técnica fotográfica del romanticismo, pleno siglo XVII, no se veía como algo con morbo por la ideología nostálgica de la época, es mas, el hecho de morir, era considerado un privilegio.


Inicio en parís pero muy pronto se extendió por toda Europa, los mas destacados y puestos en la cima del escalafón de mas importante a menos importante en ser fotografiados eran los niños, ya que ellos eran considerados personas puras y santas (igualmente actualmente se sigue considerando así, según algunas religiones).


Aunque esta técnica fotográfica tiene una historia un poco antes del romanticismo, fue hacia finales del renacimiento. Finales del siglo XVI, esta “pre-fotografía” tenia un nombre etimológicamente en latín “memento morí”, que traduce “recuerda que eres mortal”. Pero era una especie de retrato que buscaba generalmente en muertos religiosos o en los niños, mantener vigente su belleza física y su pureza, respectivamente. Esto en cuanto a los religiosos, se debía a que era una vanidad retratarse en vida, por eso luego de muertos les era realizado su retrato.


Los fotógrafos de la época, ganaban bastantes habilidades en la búsqueda de los mecanismos y las herramientas cotidianas que podrían utilizar para embellecer la fotografía y dejar  de lado esa crudeza y tristeza de la muerte.


Una de las técnicas, era maquillar al difunto, y luego de ya revelada la fotografía, esta era coloreada a mano, por razones de que la fotografía de la época era tan lenta en su proceso de obturación de la imagen los muertos resultaban siendo excelentes modelos para la toma fotográfica. Sin embargo, en ocasiones se necesitaba de la creación de diferentes dispositivos que le sostuvieran al cuerpo la cabeza y las otras partes del cuerpo.
Algunas de las fotografías se desarrollan en lugares de la casa de los familiares, como en la cocina o en el comedor, con el resto de los familiares vivos cenando, algunos niños, eran fotografiados con sus juguetes de preferencia a sus alrededores, los abuelos se mostraban con sus rajes elegantes o sostenidos con su bastón. Se tenia en cuenta algunos accesorios como rosas para representar la edad en el caso de las mujeres, o se les agregaba un reloj de pulso a los hombres con la hora de la muerte.


Para los militares, monjas, sacerdotes o personas de jerarquías semejantes eran fotografiados con sus atuendos que los caracterizaban. Los familiares que posaban junto a los muertos, no mostraban ningún rastro de dolor.


Los retratos mortuorios, se podrían clasificar en tres; fingir que esta dormido, simular vida, o no simular nada; este consistía en que la fotografía era obturada en el lugar del lecho de muerte y se le colocaban flores, en ninguna de las otras fotografías se le colocaban flores.
Esta técnica fotográfica sobre el siglo XIX se difundió por argentina, Perú y México principalmente como países latinoamericanos.


“Todo arte por mas grotesco que parezca, depende principalmente del artista que se encargue de desarrollarlo  y bajo que términos se encargue de difundirlo, incluso hasta la muerte, como en este caso, es arte y tiene un concepto de belleza.


Queridos artistas, nunca piensen que lo de ustedes no es arte. Todos los artistas pueden ser grandes, muy grandes, tanto como se lo propongan, Si se le es honesto al arte y se desarrolla con pasión y dedicación.











"MEMENTO MORÍ... RECUERDA QUE ERES MORTAL"
frase anónima renacentista

Kevin Sánchez. REVOLUCIÓN 88

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