martes, 23 de febrero de 2016

LA IRONÍA DE SER INOCENTE EN UN MUNDO DE SALVAJES


Es bastante curioso y a la vez irónico, como es la vida, obra y muerte de uno de los personajes más representativos en la historia de Colombia, y a su vez, en la historia de la ciencia de nuestro país.

Siendo honesto, no conocía absolutamente nada de este pensador, y bastantes cosas de su vida me llamaron la atención. En ocasiones, al leer las biografías de algunos personajes de la historia universal, me encontraba con grandes anécdotas, tanto buenas como malas, pero que eran enmarcadas por el hecho de ser inolvidables y únicas. Muchas veces, nos encontramos con la maña de subestimar nuestra historia, y pensar que aquí en nuestro país, tales cosas no pasan o no pueden pasar. Vidas como la del escritor y poeta Edgar Allan Poe, sus adicciones y traumas, la vida arriesgada y hermosa del fotógrafo de guerra Robert Capa, el Exilio y las melancolías del Pintor español Pablo Picasso, todas estas historias que endulzan no solo con sus biografías en un texto que las convierten en personas de admirar o tener en cuenta,  ni amarillismo para captar más lectores, sino desgracias o milagros que de una forma extraña pero al mismo tiempo perfecta, logra encajar una vida y hacerla única. Estas historias, verlas aquí, con nuestros personajes latinoamericanos y específicamente colombianos es algo que se debe rescatar y valorar bastante.

Su muerte fue ironía, aun no sé a ciencia cierta, que pensar sobre su fusilamiento. Y no solo el fusilamiento sino morir luego de haber cambiado su bando “político”. Aunque, tal vez, (por el hecho de no tener un ideal político marcado, no sabía por completo el hecho que significaba esa decisión a dejar sus compañeros, su independencia y entregarse a la corona española), a mi modo de ver, fue víctima de su inocencia, de su sueño de ser útil como científico y su ignorancia (al mismo tiempo) de no saber qué tan arrogantes, orgullosos e ignorantes podrían ser los españoles.
¿Qué hubiera sido del destino de nuestro país, si personajes como este no hubieran terminado de tal forma?, ¿adornados con su propia sangre y su sangre adornada de injusticia?, una Colombia con el humor político de Jaime Garzón, una política posiblemente más justa y menos sucia, con un Galán o un Jorge Eliecer Gaitán, una líder y un género más fuerte y organizado al mando de Policarpa Salavarrieta, una ciencia y academia con un francisco José de caldas…. Posiblemente sería mejor, y posiblemente este párrafo no existiría.


Su empirismo en el campo de la ciencia fue otra temática que llamo bastante mi atención, el hecho de sin un fundamento científico arriesgarse frente a posibles críticas, pero importarle más su pasión por lo que hacía; también el hecho de tener que estudiar jurisprudencia, e incluso (pienso yo), hasta contra su propia voluntad, ya que si su campo era la ciencia, pues tal vez con más ayuda y la oportunidad de estudiar esa carrera, podría haber realizado muchos descubrimientos importantes e incluso haber hecho un avance significativo en nuestro país; el hecho de que la vida injustamente no le alcanzo para vivir una independencia “definitiva”;  todas estas anécdotas que decoran lo que fue su vida, obra e incluso muerte, es una muestra de lo que me refería en un principio con esas biografías encantadas por algo más que solo proyectos y tareas finalizadas. Definitivamente no solo con Francisco José de Caldas, si no con otros grandes pensadores de nuestro territorio, estoy seguro que ocurrieron cosas irónicas e imaginables, que estoy dispuesto a indagar.